"These days there’s so much paper to fill, or digital paper to fill, that whoever writes the first few things gets cut and pasted. Whoever gets their opinion in first has all that power". Thom Yorke

"Leer es cubrirse la cara, pensé. Leer es cubrirse la cara. Y escribir es mostrarla." Alejandro Zambra

"Ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar."Alberto Fuguet

"Para impresionar a las chicas de los 70 tuve que leer a Freud, Althusser, Gramsci, Neruda y Carpentier antes de llegar a los 18. Para seducir a las chicas de los 70 me hice especialista en Borges, Tolstoi, Nietzsche y Mircea Elíade sin haber cumplido los 21. Menos mal que ninguna me hizo caso porque entonces hoy sería un ignorante". Fernando Iwasaki


miércoles, 21 de febrero de 2018

Reseña: “Primera persona” de Margarita García Robayo

Pesopluma, 2017. 156 pp. S/.35

Carolina Sanín acierta en su prólogo al resaltar la importancia de la pregunta “¿Estoy bien” (pág. 155) que se hace la narradora en la última página de este libro. Si hay algo que une este conjunto de siete narraciones autobiográficas de la escritora colombiana Margarita García Robayo (Cartagena, 1980) es la constante interpelación a sí misma mientras explora y hurga en sus recuerdos. ¿Estás bien si no encajas? ¿Estás bien ahora? No habrá respuesta certera pero sí molestia, nostalgia, disgusto o restos de alguna ilusión. Y claro, la posibilidad de hacer literatura con todo lo que sobrevivió.

El primer recuerdo es molesto” (pág. 21) es la afirmación inicial del primer relato y una señal de lo que cuesta deshilvanar uno a uno las recuerdo menos agradables, los que hincan y hieren.  García Robayo no escribe para quedar bien con los que la leerán.  Sabe que expresarse en un texto autobiográfico implica revivir experiencias que dolieron y traumatizaron, o que no se pudieron comprender del todo en su momento teniendo que esperar el paso de los años para atisbar algún tipo de respuesta satisfactoria, hallar la manera de ir aceptándose, incluso como “alguien con tendencia a la desdicha” (pág. 23), y así poder construir una individualidad con los “pequeños secretos de uno mismo” (pág. 57)

“Primera persona” resalta entre tantas publicaciones latinoamericanas de similar propuesta, porque no apela al morbo o a revelaciones que se refugian en lo tremendista pero no en lo significativo de ciertas experiencias. Si García Robayo decide escribir sobre sus miedos al mar y a lograr una buena madre primeriza,  o su atracción por los hombres mayores o sobre el complicadísimo vínculo que tiene con su madre, es para cuestionar el concepto que la mayoría supone de normalidad y el rechazo que sobreviene cuando no te alineas a ello desde distintas facetas como mujer: madre, adolescente, hija, amiga, novia o caribeña.


¿Cómo se responde a la represión, al rechazo? En relatos como “Educación sexual” o “Leche”, vemos cómo muchas de las paranoias individuales que sufre la narradora son consecuencias directas de factores sociales como el machismo, el chisme o convenciones sociales ultraconservadoras. Comportamientos colectivos espeluznantes que al verlos o padecerlos a diario terminan pasando desapercibidos, hasta que le tocan a uno o a alguien cercano. Ello se siente por ejemplo, cuando se lee sobre la violación de una alumna del colegio de García Robayo, en una fiesta de quince.  A los días aparecen los padres en la dirección del colegio que ha determinado la expulsión de la chica con un sobre que contiene los nombres y apellidos de los violadores. “Todo el mundo sabe lo que va a pasar”, dice Karina, una amiga. Y lo que pasa es lo usual: nada.  Ellos, los culpables, terminarán desapareciendo un tiempo, para luego volver y ocupar el lugar de sus padres, y así cumplir con la perpetuación del círculo. ¿Hay manera de escapar, de crecer? se cuestiona la narradora a sus quince años y a lo que responde de manera sombría mas no sorpresiva: “Vi como un chispazo de futuro. Un futuro que se entrevía, chato inocuo y oscuro. Quise imaginarnos distintas, transformadas en otra cosa. Ateas. Ninfómanas. Lesbianas. Adúlteras. Salvajes. Lúcidas. No lo conseguí” (pág. 153) ¿Son los únicos culpables o lo somos todos? Las heridas individuales se acumulan y forman las enfermedades de nuestras sociedades, es la idea que emana luego de atender la singular voz de García Robayo en este mapa emocional. ¿Estás bien?

(Texto publicado originalmente en el portal web "Punto y Coma")

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